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Entonces llegó el Fuego...

En la Era de los Antiguos, el mundo no tenía forma, estaba envuelto en niebla. Una tierra de riscos grises, Arboles gigantescos y dragones eternos.

Pero entonces hubo Fuego y con el fuego vino la disparidad. Calor y frío, vida y muerte, y por supuesto... luz y oscuridad.

Luego, de la oscuridad, Ellos vinieron y encontraron las Almas de los dioses dentro de la llama. Nito, el Primero de los Muertos, La Bruja de Izalith y sus Hijas del Caos, Gwyn, el Señor de la Luz del Sol, y sus fieles caballeros.

Y el Furtivo Pigmeo, a menudo olvidado.

Con la fuerza de los Dioses, desafiaron a los Dragones

Los poderosos rayos de Gwyn desgarraron sus escamas de piedra. Las Brujas tejieron grandes tormentas de fuego. Nito desató un miasma de muerte y enfermedad. Y Seath el dragon Sin Escamas traicionó a los suyos, y los Dragones desaparecieron.

Así comenzó la Era del Fuego.

Pero pronto las llamas se desvanecerán y solo quedará oscuridad. Incluso ahora solo hay brasas, y el hombre ya no ve la luz, sino solo noches interminables. Y entre los vivos pueden verse a los que sufren la maldicion de la Señal Oscura.

Sí, asi es. la Señal Oscura marca a los No-muertos. Y en esta tierra, los No-muertos son acorralados y conducidos al norte, donde están encerrados, para esperar el fin del mundo...

Este es tu destino.

Solo que, en las antiguas leyendas, se afirma que un día se elegirá a un no-muerto para que abandone el asilo de no-muertos, en peregrinación, a la tierra de los antiguos señores, Lordran.